La hucha, ese genial invento... (o su versión en internet)

¿Te acuerdas cuando eras un niño y tus padres te obligaban a meter parte de tu paga semanal en tu hucha de ojalata? ¿Te acuerdas del placer que te daba el día que la abrías? ¿Porque no volver a sentirlo ahora que ya eres una adulto?

Y es que usar una hucha es el método más fácil para ahorrar pequeñas cantidades y llevarse una agradable sorpresa de vez en cuando, si te acustumbras a guardar la calderilla de las vueltas y/o te habituas a meter todas las semanas una determinada cantidad, 20 euros por ejemplo.

La principal virtud de la huchas es que vas acumulando un capital, del que muchas veces ni siquiera eres muy consciente, que en un momento dado te puede venir muy bien para hacer frente a gastos extras o que puedes utilizar para comprarte un "capricho" sin despilfarrar.

También es muy recomendable abrir una cuenta en un banco online y utilizarla como una hucha exclusivamente, ingresando todos los meses un porcentaje de tu salario. Lo mejor es elegir una cantidad determinada en función de tus posibilidades (20 euros, 40 euros, 80 euros, 120 euros, 240 euros...) y optar por hacer transferencias periódicas de forma automática a prinicpios de mes. Todos los bancos on-line lo permiten. De esta formas, te "olvidas" de que dispones de un dinero, pero los ahorras.

En general, los bancos on-line suelen pagar unos intereses algo mayores que la banca tradicional con lo que verás que tu patrimonio aumentará poco a poco.

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